Las bicicletas de alquiler cada vez son más en las calles del gigante chino. La popularidad de este sistema radica en su bajo precio y alta disponibilidad. Usar media hora la bicicleta cuesta un yuan, que al cambio son unos 13 céntimos de euro. Si se quiere usarlas, solo necesitas una aplicación con la que puedes abrir el candado, una vez escaneas un código QR que se encuentra impreso en el manillar.
Cuando uno acaba el recorrido, pude efectuar el pago con el teléfono. No necesitas dejarlas en un aparcamiento en concreto, pues cuentan con GPS para que el usuario próximo que llegue las pueda localizar. Como vemos, en China se han adaptado a las nuevas tecnologías que en tantas ciudades de Europa o de América apuestan por tener un control de este tipo de vehículos en modo de alquiler.
Si hace 30 años les dicen a los ciudadanos chinos que iba a prosperar el país hasta el punto de que las bicicletas tuvieran un servicio de alquiler, cuando antes eran objeto de propiedad cuasi venerado, no se lo creerían, pero el futuro a veces nos sorprende y la realidad es que China en estos años ha dado tal cambio que parece que los avances en aquel país no entienden de mesura y de paciencia.
La fiebre por las bicicletas de alquiler, ha pasado a ser un nuevo motivo de control para la gestión de las grandes ciudades chinas. Las dos empresas que tienen un mayor número de bicis son Mobike y Ofo, suman entre las dos unos diez millones de vehículos y decenas de millones de usuarios.
En metrópolis como Pekín, los peatones andan sorteando bicicletas que aparcan en la acera. Además de éstas, también muchas son robadas o se abandonan al estropearse. El uso de las bicicletas en china, con 1.380 millones de personas, hace que sea el medio de transporte que más se usa en el planeta.
Las bicicletas están de moda, pero hasta hace no mucho en China se asociaban a las personas sin recursos
Desde el punto de vista histórico, la bicicleta siempre ha estado asociado a las personas pobres, que no tenían recursos para desplazarse en un medio a motor.
En otros países, entre los que está España, desplazarse en bicicleta está de moda, ya que es un estilo de vida sostenible, limpio y moderno. En las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla se ha potenciado.
Para algunas empresas de bicicletas españolas, China supone un mercado bastante apetitoso e incluso algunas marcan han llegado a tener fábricas en el país como el caso de Orbea. El caso es que, para entrar en el mercado chino, como en otros donde el castellano no es la lengua imperante, lo mejor es contar con un buen traductor jurado que acompañe a la delegación de la empresa si lo que se quiere es establecerse en el país.
Existen empresas como traductorjurado.org, que están familiarizadas con esta forma de actuar, ya que la seguridad a la hora de negociar y saber lo que opina la otra parte, con total seguridad, aporta ese plus de tranquilidad a la hora de cerrar un posible contrato.
Aunque el inglés se puede decir que es la lengua que más se utiliza en los negocios, en China miran con buenos ojos que un país occidental llegue a sus tierras hablando en Chino o con un traductor y no recurriendo al inglés que sería lo más sencillo.
Nuestra recomendación es que, si quieres diferenciarte y distinguirte, optes por llevarte un traductor jurado que tenga experiencia y cuente con todas las garantías. A veces detalles como estos son los que separan un cierre de un trato de volverse de China con las ganas de haber cerrado un suculento negocio.
China sigue estando enamorada de las bicicletas, pese a que algunos medios decían que abandonarían este medio para subirse a los vehículos a motor más rápidos. Esto es bueno para el mercado empresarial de las bicicletas, pero también para el aire que respiramos, puesto que siempre es mejor que un buen porcentaje de chinos siga optando por moverse en bicicleta.
Donde si que necesita adaptarse a los tiempos China es en ciertos detalles como es elevado número de robos y el abandono de vehículos, que da una imagen que no es la deseable.