España, un país idóneo para practicar el ciclismo

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En nuestro país existen multitud de terrenos diferentes. La orografía de nuestro territorio se hace un muy buen lugar para entrenar a los equipos ciclistas profesionales. Es por ello, que la gran mayoría de ellos escoge España como base para sus entrenamientos previos a las temporadas. Estos equipos que pasan gran parte del año en la península Ibérica dependen de empresas competentes para no encontrarse con sorpresas en su preparación, compañías como puede ser el caso de la agencia inmobiliaria en Torrevieja Azul Hogar para que les busquen viviendas en las que establecer sus bases de cara a los largos periodos de entrenamiento que necesitan los profesionales antes de comenzar cada temporada.

Hoy os hablaremos de los diferentes tipos de zonas que un equipo ciclista de alto nivel como puede ser el Movistar se puede encontrar en nuestro país para realizar una gran puesta a punto de sus ciclistas de cara a las competiciones más importantes del mundo, a la sazón el Tour de Francia, el Giro o La Vuelta a España.

Como os decimos, dentro de nuestras fronteras existen diferentes terrenos claramente marcados. Por comenzar por algún lado, os ponemos el ejemplo de Galicia, situada al norte de la península, y donde este año volverá a dar comienzo La Vuelta a España. Esta comunidad nos ofrece un terreno de los que se conocen como rompe piernas en el que no hay grandes elevaciones, ya que la montaña más alta es la de Pena Trevinca. Pero por el contrario es una superficie que no da ni un momento de descanso, con un sube y baja continuo que hace de las etapas en esta tierra una auténtica criba en cuanto a la fuerza física de cada corredor.

Por seguir por el norte, la zona de Asturias, Cantabria y País Vasco cuenta con unos altos conocidos por todos los aficionados a este deporte como son los lagos de Covadonga, la Cobertoria, Peña Cabarga…, que son famosos por su dureza, tal y como vemos cada año que se celebran en ellos finales de etapas de La Vuelta.

Tras la zona norte nos encontramos con los Pirineos, o lo que es lo mismo, la frontera natural con Francia, una parte de nuestra geografía que destaca por sus elevaciones y porque podemos encadenar una serie de puertos de montaña para lograr una etapa de alta montaña que pueda marcar un punto de inflexión en cuanto a la forma física de los ciclistas.

Seguimos por la vertiente mediterránea, que consta de un terreno prácticamente llano aunque con alguna trampa en la zona del Maestrazgo y Morella que los ciclistas no se esperan si no preparan previamente las etapas. Por lo demás, y como os comentamos, son carreteras lisas que, unidas al viento que entra desde el mar Mediterráneo, hacen que se cojan unas grandes velocidades que nos lleven a avanzar a una espectacular velocidad hacia nuestro destino, o por el contrario, si ese viento en vez de darnos de costado nos da de cara, hará que las inmensas rectas que componen la red de carreteras de esta zona de España se hagan larguísimas debido a lo que nos frenará en nuestro avance.

Bajando el Mediterráneo ya nos acercamos a la zona de Andalucía, donde los ciclistas se encontrarán carreteras muy anchas y rectas aunque vulnerables al viento por la escasa arboleda que hay. En esta zona, además, el impacto del sol en los corredores a las horas centrales del día puede provocar problemas en su estado de salud, por lo cual deberán ir bien preparados para soportar altas temperaturas, así como provistos de geles y bebida isotónica que les ayuden a mantenerse en óptimas condiciones.

Por motivos como los que os acabamos de mencionar de una forma muy escueta y muy por encima, nuestro país es idóneo para la práctica del deporte de las dos ruedas.

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