Los compresores de aire comprimido se utilizan en la fabricación de motocicletas y bicicletas. Con ellos se hinchan las cámaras de los neumáticos. Pero no solo eso. Su papel es más relevante.
Cuando éramos niños llevábamos en el cuadro de la bici una bomba de aire manual con la que inflábamos las ruedas cuando las notábamos blandas. También las usábamos después de reparar un pinchazo.
¿Te imaginas que eso lo hicieran en la fábrica de bicicletas? Necesitarían un forzudo que se dedicara todo el día a inflar ruedas. Las ruedas en las fábricas de bicicletas y motocicletas se hinchan con un compresor de aire comprimido.
Los distribuidores de Airmac, una empresa alicantina que distribuye compresores industriales en toda España, nos informan que son compresores de pistón. Dotados con un manómetro que miden la presión del neumático y complementos que permiten un uso rápido.
En las bicicletas y motocicletas, el principal elemento de seguridad son las ruedas. Que estén bien hinchadas, con la presión adecuada, es básico para evitar accidentes.
Después de todo, estos medios de transporte no son más que dos ruedas unidas por un cuadro, propulsadas por un motor y por el movimiento de las piernas, y el conductor encima de ellas.
Está claro que el tripulante debe llevar casco, y si es posible, algún medio de protección adicional, cinturón compresor para las motos y coderas para las bicicletas; pero en última instancia, la seguridad descansa sobre las ruedas.
Resulta paradójico. Las ruedas son el medio de desplazamiento y al mismo tiempo, el principal elemento de seguridad. Por eso, a la hora de fabricar una bicicleta o una motocicleta, no nos la podemos jugar en este punto.
Veamos cómo se utilizan los compresores de aire comprimido en este proceso, descubriendo cómo se fabrican las bicicletas y las motocicletas.
Cómo se fabrican las bicicletas.
La revista Biciclub, tras visitar una fábrica de la empresa Look en Francia, nos comenta en un vídeo cómo se fabrican las bicicletas de carbono.
En primer lugar, se toman una serie de medidas estándar. En ellas se tiene en cuenta el peso del usuario, su altura, la anchura de hombros y hasta el número de calzado que usa, para diseñar la base de los pedales.
Estas medidas sirven para delinear las piezas del cuadro de la bicicleta. El cuadro de la bici está compuesto por 9 partes. Todas ellas se fabrican con un molde de aluminio y un globo de látex interno para darle volumen a las tiras entrelazadas de fibras de carbono.
Las piezas se montan como un puzle. Para montar el cuadro se pegan unas con otras con un adhesivo especial extrafuerte. Una vez el cuadro está terminado, se introduce en un horno durante media hora.
Después de sacar el cuadro del horno, se revisa en una mesa de inspección, para garantizar que la alineación es perfecta.
A continuación se le da un lijado general. La superficie debe quedar completamente lisa para poder pintarla. Después del lijado se repasa el cuadro con una pistola sopladora de aire comprimido. En esta fase también se utilizan los compresores de aire. Cualquier mota de polvo formará grumos en el cuadro durante el pintado.
El cuadro se pinta a pistola dándole diferentes capas. Una primera capa de imprimación, otra de sellado y una final de laca transparente de automoción.
Con unas herramientas especiales, se eliminan de los orificios los restos de pintura que hubieran quedado dentro. Sobre el cuadro de fibra de carbono se montan los pedales, el manillar, las ruedas y el sistema de platos y piñones donde se aloja la cadena.
Cómo se fabrica una motocicleta.
La revista Motociclismo nos detalla en un artículo muy interesante, cómo se fabrica una motocicleta.
Los primeros pasos consisten en montar el motor y el chasis. Sobre el chasis se ensambla el motor y sobre este binomio se integran el resto de componentes: la instalación eléctrica, el sistema de frenos, la suspensión, las ruedas, etc.
La instalación eléctrica es un circuito cerrado que conecta una batería con diversos elementos como el cuadro de luces o el sistema de arrancado, accionados por interruptores colocados en los manguitos del manillar.
El sistema de frenos de las motocicletas, inicialmente, estaba inspirado en el de las bicicletas. Unas tenazas que estiraban unas pastillas que frenaban la rotación de las ruedas. La alta velocidad que adquieren estos vehículos ha hecho que este sistema se perfeccione. Siendo su ajuste, uno de los aspectos de seguridad fundamentales para el uso de una motocicleta.
Respecto a las ruedas, algunos fabricantes las compran ya montadas, mientras que otros ajustan las cámaras de aire desinfladas sobre las llantas y las cubren con los neumáticos. El inflado de las cámaras de aire se realiza con compresores.
Además de estos componentes se instalan otros elementos como el tanque de combustible, el asiento, el manillar y los guardabarros.
Con la moto montada se efectúan una serie de pruebas de aceleración, suspensión, frenado y estabilidad, y se ajustan los componentes.
Con todos los elementos necesarios, cualquier mecánico podría montar una moto desde 0. Realizar este trabajo le podría llevar entre dos y tres días. Lógicamente, el trabajo en cadena acelera el proceso, hasta el punto que la casa Honda, en su factoría de Manaos (Brasil) produce 6.500 motos al día, lo que vienen a ser 3 motos por minuto.
El inflado de los neumáticos.
Las ruedas son la parte de las motos y de las bicicletas relacionadas directamente con el aire a presión.
Las ruedas de las bicicletas y, antiguamente, las de los ciclomotores, contaban con una cámara de aire interna que mantenían la presión del aire en el interior de la rueda. Una presión necesaria para absorber los impactos de la rotación.
Desde hace bastante tiempo, ni los neumáticos de los coches, ni los de las motocicletas disponen de cámara de aire independiente. Siendo la cámara de aislamiento interno, una cavidad hueca que queda entre el neumático y la llanta, la responsable de conservar el aire a presión en el interior de la rueda.
Este sistema requiere que produzca un encaje hermético del neumático con la llanta, de manera que no aparezcan fugas de aire. Los neumáticos actuales son una obra de ingeniería, en la que un mismo componente, el neumático, se integran diferentes elementos como los flancos, la carcasa, el talón y el lomo. De forma que parece un objeto compacto, una sola cosa, cuando en realidad está formado por piezas diferentes. Piezas que han quedado selladas unas con otras mediante el uso de técnicas como el vulcanizado y el recauchutado.
En las fábricas, los neumáticos de moto se inflan con equipos automatizados que incluyen compresores de aire a presión, mangueras y adaptadores que se ajustan a las especificidades del fabricante del neumático, que siempre es diferente al de la moto.
Estos equipos cuentan con sistemas de control que controlan la presión adecuada de los neumáticos, y mecanismos de automatizado, que posibilitan inflar una gran cantidad de ruedas en poco tiempo.
Para el inflado de las ruedas de las bicicletas, en las fábricas, se utilizan compresores eléctricos de menor tamaño, pero que están diseñados para alcanzar altas presiones en poco tiempo. Los conectores que se encajan a las válvulas tienen un ajuste casi inmediato y presentan una desconexión automática, en el momento en el que el aire alcanza la presión para el que el dispositivo ha sido ajustado.
Otros usos de los compresores.
Sin duda, el inflado de ruedas y neumáticos es la aplicación más conocida de los compresores en la fabricación de bicicletas y motocicletas, pero no es la única.
En estas fábricas se utilizan una gran cantidad de herramientas neumáticas que están conectadas a compresores de aire, como remachadoras, destornilladores, taladros, pulidoras, etc. Que permiten hacer un trabajo más rápido y preciso.
El pintado del chasis de la motocicleta y del cuadro de la bicicleta se efectúa con pistolas accionadas con aire a presión. Con lo que se consigue cubrir una mayor superficie, en un menor tiempo, de una manera uniforme.
Las líneas de producción en cadena utilizan máquinas que realizan movimientos de montaje, ajuste y prensado de las piezas accionadas por descargas de aire acondicionado.
Muchas pruebas de control y seguridad se realizan con aire a presión. Como la verificación de las cámaras de aire de las ruedas de las bicicletas o la estanqueidad de depósitos de combustible y circuitos internos de las motos, para asegurarse de que no existan fugas.
El aire a presión se utiliza para enfriar máquinas y piezas que durante el proceso de montaje pueden alcanzar altas temperaturas o generar mucho calor, de manera no se interrumpa la producción, ni se estropee la maquinaria.
Para los neófitos, para la gente que no trabajamos en estas ramas de la industria, nos sorprende la cantidad de aplicaciones que tiene el aire a presión en estos procesos industriales. Son, sin duda, una pieza clave para poder fabricar bicicletas y motocicletas de calidad, con garantías de seguridad y en grandes cantidades, lo que permite que sean más accesibles para la mayoría de los usuarios.
