La seguridad vial es elemental para los ciclistas

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Salir de ruta con la bicicleta es una de las actividades que resultan idóneas para mantener el cuerpo sano y fuerte. Es una actividad que en ocasiones no resulta sencilla a causa del relieve por el que nos movemos, pero que nos permite entrenar nuestra capacidad de superación y enseña a sufrir en una situación de ejercicio físico constante. Si salís habitualmente con la bici es probable que sepáis de qué estoy hablando, ¿verdad?

Sin embargo, cuando decidimos realizar una escapada con ella también tenemos que tener muchísimo cuidado, especialmente si vamos por carretera. Es conveniente saber que en España noventa ciclistas perdieron la vida entre los años 2014 y 2015 y que en caso de accidente tenemos todas las de perder contra un vehículo a motor. Extremar las precauciones es lo mínimo que podemos hacer para evitar situaciones como estas.

Otra de las acciones que se pueden llevar a cabo para mejorar la seguridad, ya no solo de los ciclistas, sino de todos los conductores es la de mejorar los sistemas de seguridad vial de nuestras carreteras.

Junto con unos amigos, suelo salir a hacer unos kilómetros en bicicleta cada domingo por la mañana. La carretera por la que circulamos transita por la ladera de una montaña y los terraplenes que existen a cada uno de los lados de la calzada nos asustan en muchas ocasiones. Para colmo, no existe ningún elemento ni barrera que impida una posible y desgraciada caída por dichos terraplenes. Un verdadero peligro.

El cuidado de esta carretera era competencia del Ministerio de Fomento, por lo que entre todos pensamos en escribir una carta a dicha institución para que introdujese las medidas de seguridad pertinentes para garantizar la seguridad de la vía y que de esta manera se evitase una futura desgracia. Mientras tanto, entre todos decidimos cambiar nuestro recorrido.

A los pocos días, algunos de nosotros recibimos una llamada procedente de un funcionario del Ministerio de Fomento. Nos informaba de que habían estado recopilando información acerca de dicha carretera y que, efectivamente, habían constatado que necesitaba sistemas de seguridad vial de manera imperiosa. En mi caso, le pregunté al funcionario qué se iba a hacer al respecto y me comentó que el Ministerio ya había contactado con esta empresa de barreras de seguridad en carreteras para que procediera a la instalación de pretiles a lo largo de la vía. Aseguraba que se había trabajado ya con esa empresa y que sus sistemas de seguridad eran los mejores del mercado. La carretera, por tanto, sería todo lo segura que no lo era hasta entonces.

Suspiros de alivio

Algunas semanas después volvimos a recibir una llamada del mismo funcionario. Nos informaba de que la instalación de los pretiles se había terminado con éxito y nos agradecía a todos los que habíamos firmado la carta que hubiéramos informado del estado de la seguridad vial de aquella carretera.

El domingo siguiente volvimos a salir con la bici por la carretera que bordeaba la ladera de la montaña. ¡Y menuda diferencia! Los pretiles que se habían colocado proporcionaban una seguridad de la que no habíamos podido disfrutar con anterioridad. Por fin podíamos realizar nuestro recorrido sin el miedo y el temor que implica tener un terraplén tan cerca y que nada te proteja de él.

Así es como hemos solventado un problema que nos preocupaba sobremanera y que podía acarrear consecuencias irreparables. Aprovechando estas líneas os recomiendo encarecidamente que si sois adeptos a la bicicleta contactéis con las autoridades pertinentes para que aseguren la correcta instalación de los elementos que componen la seguridad vial de las carreteras. Es posible que confíen también en Industrias Duero para su perfecta colocación debido a fiabilidad de sus materiales y sus elementos de seguridad.