Hace unos días estuve en la ciudad Condal por razones de negocios. Me alojé en el hotel Mercer Barcelona, ya que creía que por su situación me vendría genial para acudir a todas las reuniones que tenía previstas esos días. Este se encuentra situado entre murallas romanas y arcos medievales, donde los huéspedes que buscan exclusividad y una experiencia única pueden sumergirse en un lugar singular en el centro del barrio gótico de Barcelona. Durante el reinado de Augusto, esta área fue elegida para establecer una nueva colonia; es el verdadero corazón y el más antiguo de la ciudad. Pero no es el más práctico para usar el coche, así que opté por el mejor transporte para esta ciudad: la bicicleta.
Y es que el Mercer Barcelona es un hotel pensado para aquellos que desean disfrutar de Barcelona, que no tienen prisas. Está a un paso de todo, pero salir del mismo centro de la urbe en coche, como en todas las grandes ciudades, es complicado. El hotel ocupa una serie de edificios de gran valor arquitectónico en la calle Lledó, construidos sobre una parte de la muralla romana de la ciudad. El reconocido arquitecto Rafael Moneo rescató una pieza del legado arquitectónico local compuesta de varios periodos históricos y, mostrando un gran respeto hacia la historia, logró incorporarla al diseño contemporáneo del hotel. Se trata de una preciosidad de hotel, de una elegancia sin pretensiones, que ofrece un servicio excepcional e intuitivo, apostando por la exclusividad, tanto si esta es dada por la personalidad única de los edificios históricos como por un nivel de servicio que excede las más altas expectativas. Pero para aquellos cuyos destinos dentro de Barcelona estén muy dispersos, lo mejor es moverse en bicicleta desde el mismo.
Además, montar en bicicleta es uno de los placeres más sencillos de la vida pero también un modo de vida que cada vez cuenta con más seguidores; resulta divertido, liberador y beneficioso para el planeta y nuestra salud. Y lo bueno de Barcelona es que se trata de una ciudad muy europeísta, con una actitud muy positiva hacia los ciclistas, con montones de kilómetros habilitados exclusivamente para ellos, de ahí que sea tan sencillo moverse sobre dos ruedas por esta capital. Una ciudad que además cuenta con un parque de bicis público de lo más nuevo y sencillo de usar.
Aquí os dejo una guía de doce cosas que hay que saber para aprovechar y cumplir las normas para andar en bicicleta por la ciudad de Barcelona.
Cuáles son las principales razones para usar la bicicleta en la ciudad
Hace unos días me topé con un manual para los que amamos la bici. Se trata de No sin mi bicicleta, una guía práctica e inspiradora para disfrutar la vida sobre dos ruedas con muchos consejos para mejorar la experiencia y pedalear con confianza y estilo, para comprar bicicletas nuevas, usadas y personalizadas, desplazarse en bicicleta al trabajo, conducir, candar y guardar la bicicleta, realizar el mantenimiento de la bicicleta en casa (y la visita al mecánico), ir de picnic, viajar, acampar, y realizar rutas en bicicleta. Esta guía va dirigida a todos los ciclistas: los novatos, los que añoran los paseos en bicicleta de su infancia o el ciclista avezado que quiere ir más allá.
En esta guía me topé con 25 razones que da la autora para usar la bici y que deberían ser una razón o un motivo para todos, los que queremos estar en forma y también los queremos cuidar del planeta: tu salud mejorará; serás más interesante para los demás; podrás comer más sin por ello sentirte culpable; conocerás nuevos amigos; supone una opción asequible; tus amigos envidiarán esas piernas tonificadas; no necesitarás una plaza de aparcamiento grande; practicarás ejercicio diario sin apenas darte cuenta; la cerveza sabe mejor después de una vuelta en bici; el café, también; el mantenimiento de una bicicleta cuesta menos dinero que comprar gasolina periódicamente; pasarás más tiempo al aire libre, como aconsejan siempre las madres; la gente te apreciará más cuando llegues a una comida con un pastel que has transportado en un vehículo de dos ruedas; el ciclismo alivia el estrés y levanta el estado de ánimo sin necesidad de medicarse; nunca te quedarás atrapado en un atasco en hora punta; la bicicleta puede convertirse en un elemento de diseño interior si la guardas en casa. 17. Pedalear bajo la lluvia es maravilloso; llenarse de barro, también; no tendrás que soportar programas aburridos de radio de camino al trabajo; los picnics se disfrutan más en bici; las bicicletas son bonitas, incluso sexis; las compras quedan mejor en la cesta de una bici; cinco bicicletas ocupan menos espacio que un coche; descubrirás una nueva forma de explorar sitios al viajar; y podrás poner nombre a tu bici y hablar de ella como si fuera una persona.