Lamentablemente las cifras no engañan, cada año son más los atropellos que los ciclistas sufrimos cuando salimos a las carreteras. Unos números que no reflejan la realidad. Nos sentimos indefensos ante la irracionalidad en la mayoría de las ocasiones de los conductores.
Por eso, está bien saber qué debemos reclamar cuando tenemos algún accidente de tráfico. Yo lo primero que digo es que lo mejor es ponerse en manos de profesionales. En mi caso, yo contacté con un abogados de empresa en Sevilla, y la verdad es que la jugada me salió redonda.
Está claro que la situación de fragilidad en la que circulan los ciclistas es muchas veces extrapolable a la defensa que de sus derechos. Como comentaba antes, los accidentes debidos a negligencias de los conductores de vehículos a motor, son por desgracia bastante frecuentes y la mayoría de los ciclistas no disponen de seguro ni de una defensa jurídica adecuada y especializada. Por eso os recomiendo poneros en manos de profesionales, por ejemplo estos abogados laboralistas en Sevilla.
Por consiguiente, se hace necesario e indispensable que este colectivo disponga de un correcto asesoramiento jurídico y médico para hacer frente a las compañías de seguros y evitar así que las indemnizaciones sean inferiores a las establecidas por la Ley o, incluso, se pretenda no indemnizar. En este tipo de situaciones, nuevamente, nuestro equipo de abogados especializados, en este caso los abogados de empresa de Sevilla, velarán con enorme dedicación por sus derechos y gestionaremos todos los trámites para que obtengas la máxima indemnización en el menor tiempo posible, sin tener que adelantar cantidad alguna, ni preocuparse por nada.
El artículo número 1 de la Ley de seguridad dice: “El conductor de vehículos a motor es responsable en virtud del riesgo creado por la conducción de estos, de los daños causados a las personas o en los bienes con motivo de la circulación”. Por tanto, lo que genera el derecho a ser indemnizado no es el hecho de que el lesionado fuese en bicicleta o en coche, sino que lo que genera el derecho a indemnización es que una persona que conduce un vehículo a motor causa un daño o lesión a otro.
Así, desde pequeñas fracturas y heridas hasta la muerte hay un amplio rango de daños personales por los que se pueden reclamar indemnizaciones de cuantías variables. Por una lesión muy leve, por ejemplo algunos cortes, se podrían reclamar alrededor de 1.200 euros, variando esta cantidad en función del tiempo de recuperación de la lesión, de la edad de la víctima, etc. Por otro lado, en el caso de lesiones de mayor gravedad, que dejan secuelas permanentes e invalidantes, se pueden reclamar indemnizaciones de más de 300.000 euros, variando en función de diversos factores de corrección y circunstancias concurrentes.
Además, la víctima tiene derecho a cobrar por cada día que esté hospitalizada una cantidad de 71,63 euros. Asimismo, tendrá derecho a cobrar 58,24 euros por cada día que no pueda llevar a cabo su actividad habitual, en concepto de baja impeditiva. Y por cada día que pueda desempeñar su actividad habitual, pero no se haya curado completamente, tendrá derecho a cobrar 31,34 euros, por baja no impeditiva.
Son cifras y datos que seguramente nadie conozca, pero que están ahí. Además tendrá derecho a cobrar una indemnización que cubra el coste de la reparación de la bicicleta. Como la ley es muy compleja, lo mejor es ponerse en manos de profesionales, porque como has comprobado, puedes sacar un buen pellizco, aunque en estos asuntos, lo importante es salir bien y no verte involucrado en estos accidentes.